domingo, 20 de mayo de 2007

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Newell’s perdió ante San Lorenzo, el gran candidato

Los goles no se merecen, se hacen. Los triunfos no se encuentran, se elaboran. Y para ambas cosas se necesita un equipo con marcada jerarquía. Jerarquía que sí tiene San Lorenzo. Pero de la que carece Newell’s. Y es allí donde estuvo la diferencia que le permitió al líder llevarse tres puntos fundamentales para comenzar a familiarizarse con el título. A pesar del enorme esfuerzo que hizo el director técnico rojinegro Pablo Marini para reducir las lógicas distancias de planteles. Pero cuando la brecha técnica es tan grande, difícilmente la táctica pueda salvarla.

Es que el artesanal conjunto de Marini pudo jugar de igual a igual ante el elaborado equipo de la empresa de Ramón Díaz sólo por el ingenio del DT y la vocación de servicio de varios de sus jugadores, pero cuando el producto llega al mostrador la diferencia no se puede disimular, porque los detalles de terminación ganan la demanda.


Un dato alcanza y sobra para trazar el paralelismo entre ambas formaciones: Ramón Díaz incorporó a Cristian Ledesma para prescindir de Claudio Husain. La explicación estuvo dada ayer en el Coloso, porque las actuaciones contrastaron de tal forma que justifican con creces la determinación del entrenador azulgrana.

Pero estos no son los únicos motivos que reflejan el juego de las diferencias. Porque sólo una carencia de recursos justifica el improductivo acompañamiento que tiene un goleador como Oscar Cardozo. Es muy difícil de explicar cómo Newell’s no puede generar de sus inferiore
s jugadores con algunas cualidades superiores a Arrieta y Cejas, quienes de haber tenido capacidad para definir hubieran hecho eficaz el sistema futbolístico que pergeñó Marini.

Porque ya no importa qué pasó, lo que sí debe preocupar y ocupar a Newell’s es cómo pasó y por qué pasó. Porque lo que ahora importa es el futuro mediato, que inexorablemente viene, y al que deberá buscar con mejores y mayores herramientas para edificar una campaña que aleje definitivamente los fantasmas del promedio.


Lo peor que le puede pasar a Newell’s y su gente es pensar que anoche mereció haber ganado o al menos empatado con San Lorenzo, porque en ese pensamiento estará el más nocivo de los consuelos, y la peor de las excusas para no visualizar que para revertir este presente no sólo alcanza con un técnico que trabaja. También se necesita calidad. Y esto se produce o se compra.



Ascenso

Central Córdoba perdió 1 a 0 con All Boys

La última intentona no resultó. Central Córdoba no tenía mucho por perder. Pero una victoria ante All Boys (también se metió en el Reducido) le hubiera permitido trepar alguna posición de cara a la lucha por un lugar en la Promoción. Con el resultado puesto la tristeza fue mayor (podía haber alcanzado a Morón, que perdió, y superarlo por diferencia de goles), pero no es tiempo para lamentos. Hoy tal vez lo que más debe preocupar son las cuatro derrotas consecutivas que sufrió el equipo en la recta final del torneo. Ayer otra vez el charrúa se mostró lejos de su nivel habitual y por eso terminó cayendo ante el albo de Floresta por 1 a 0.

Varios factores confluyeron en desmedro de Córdoba. Primero, el mal de ausencias (Jorge Del Bono, Acosta, Farré y Bezombe) y en segundo lugar, las enormes urgencias de un All Boys al que el empate le servía pero dependiendo de otros resultados. De allí el atropello del albo en el inicio del partido.

Igual, la cosa parecía manejable. El problema era que cuando la pelota caía en los pies del charrúa no había nadie que pudiera administrarla con criterio. De hecho, la primera aproximación al área rival llegó a los 38’, con un cabezazo de Armani.

Después hubo otros factores que comenzaron a tallar en el partido. El principal: los nervios que All Boys comenzaba a absorber por la presión que se generaba del otro lado del tejido. De ello tampoco pudo sacar provecho Córdoba. El tibio andar que también mostró en el complemento hizo que el partido se tornara decididamente malo.

All Boys ya no era más que Central Córdoba. Y esto no tuvo que ver con una levantada de los de Tablada, sino por la falta de claridad propia. Hasta que desde un tiro libre desde la derecha, Lacerre y Cruz hicieron lo que pudieron hasta que Fayart, a los 33’, se metió atropellada con pelota y todo dentro del arco.

El resto fue más de lo mismo. El tema es que el anfitrión All Boys terminó haciendo su negocio y Córdoba se quedó con las ganas. Para hacer propio lo que había ido a buscar a Floresta era necesario obrar de otra manera. Igual el panorama no cambió demasiado. Para el torneo Reducido volverán nombres importantes, pero con eso sólo no alcanzará. El equipo entró en un tobogán peligroso y eso es lo que hay que revertir.


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